23 enero 2009

Llevar al bebé-niño/a

Llevar al bebe en brazos

Colocación correcta de un recién nacido en diferentes portabebés

EN BRAZOS: la importancia del contacto físico y del apego

Videos de como usar los portabebés, fulares, bandoleras...


Llevar al bebé en brazos

El transporte es el método ancestral para transportar a su hijo, que todavía se practica hoy en día de manera tradicional en la mayoría de las culturas aborígenes. El método consiste en envolver al bebé contra uno mismos ayudado de telas (en la mayoría de los casos). Esta practica permite a los padres de encargarse de sus tareas diarias al mismo tiempo que se ocupan del cuidado de su bebe asegurando su protección y bienestar.

Historia de llevar al bebé

Hablemos de evolución y volvamos algunos millones de años hacia atrás... Podrán entender mejor!!!
Hace 6.5 millones de años, la familia de los grandes simios. los Hominoïdes, dio luz a la línea de Hominidés que agrupa hoy en día a los gorilas, los chimpancés, los bonoboi que agrupa hoy a los gorilas, los chimpancés, los bonobús y los humanos! Eso quiere decir entonces que descendemos de los simios, somos simios. Sin embargo, el homo-sapiens (hombre moderno), a diferencia de sus primos, además de inteligencia, tienen una característica muy favorecedora: son bípedos. Los homnideos se clasifican entre los primates portadores activos, eso quiere decir que los pequeños se agarran de la mama que los transporta.

Al principio, todos los homonideos eran cuadrúpedos hasta la aparición de l'Australopithecus Afarensis hace 4 millones de años, como Lucy cuyo famoso esqueleto ha sido encontrado en 1974 en Etiopía. Esta especie fue la primera de los homonideos que caminó derecho. El caminar en dos patas, permitiendo una economía de energía calórica remarcable, fue probablemente necesario para recorrer largas distancias para encontrar la comida.

A pesar de que ese cambio característico es uno de las etapas más importantes en la evolución del homo sapiens y probablemente jugo un rol importante en la evolución de nuestra inteligencia, este no se ha realizado sin compromiso alguno. La naturaleza debió repensar el esqueleto y recalcular el ángulo del fémur, la forma y su tamaño de la cadera, modificar la estructura de los pies* En esta época los hábitos de transporte fueron modificados, el bebe tiene dificultad a agarrarse de su madre, sus pies no son lo suficientemente ágiles como sus manos. También es imposible dejar al pequeño solo porque los peligros abundan, la madre debe transportarlo. Esto puede haber influenciado nuestros comportamientos sociales porque nosotros hemos debido adaptarnos al hecho de que la mama, al no tener sus brazos libres, depende principalmente de otros miembros de la familia para encontrar comida y protección. Luego, poco a poco, el cerebro y el cráneo de las especies que suceden al A. Afarensis, pasando por el Homo habilis al Homo Erectus luego al Homo Neanderthalensis hasta Homo Sapiens comenzó a crecer, de 350cm3 à 1400cm3! Sin embargo, la forma de la cadera que les permitía ser bípedo hizo del canal pelviano más pequeño. Esto provoca que el parto de los humanos es el mas complicado y doloroso de todos los mamíferos.

El recién nacido de un homínido como el gorila es comparable con un bebé humano de aproximadamente 3 meses. Puede ser posible que la naturaleza haya acortado la gestación de los humanos para permitir el nacimiento a pesar del tamaño de su cabeza. Si puede ser una respuesta posible. De alguna manera el bebé viene al mundo prematuro y depende del transporte no solamente para ser transportado y protegido sino para asegurar su desarrollo. Esta científicamente comprobado que el contacto estrecho con un adulto favorece las conexiones neurobiológicas del bebe.
Por lo tanto, nuestros antecesores que actuaban espontáneamente con instinto, utilizaban su saber para confeccionar porta-bebes naturalmente. Eso respondía a sus necesidades de transportar a su pequeño de manera segura siempre teniendo sus manos libres para realizar las tareas diarias.

Luego, la sociedad evoluciona y el Homme Nomade es sedentario, construye casas, pueblos y luego ciudades. Puede ahora dejar a su bebe sin que corra riesgo de ser devorado por un predador. Poco a poco todo tipo de dispositivos son inventados para instalar al bebé. Todavía hoy instintivamente lo que importa es saber que su hijo esta en seguridad. En las sociedades modernas, ciertas escuelas de pensamientos han sugerido de no cargar demasiado a los bebes, de alimentarlo en horarios fijos y hasta de dejarlos llorar.

Pero, el bebé no se ha adaptado en consecuencia a estos cambios. Estos cambios en nuestros comportamientos fueron pensados en función de las necesidades del adulto y no las del bebe. Sus instintos son de sentirse en seguridad y no de ser dejado en seguridad. Esto es primordial para su desarrollo socio-afectivo y neurobiológico.

Por suerte, el humano es lo suficientemente inteligente para cuestionar su pasado y sus comportamientos. La arqueología, la Paleontología la Antropología y la psicología y otros campos de estudios nos demuestran los secretos interesantes incluyendo la magia del transporte.

Ventajas

El porta bebé imita la posición natural de los brazos paternos que siguen la columna vertebral del bebé sin hacer presión sobre ella.

El transporte particularmente en posición vertical apretado facilita la digestión, favorita los eructos y evita el reflujo y disminuye los cólicos del bebé.

Cuando los bebés quieren sentarse, el porta-bebé les permite hacerlo siempre dejando sus piernas juntas Esto no fuerza a sus caderas a abrirse durante el periodo de formación de sus caderas.

Acunar al bebé favorece un sueno equilibrado durante y después del transporte, un desarrollo precoz del sentido del equilibrio. Contribuye también al desarrollo de los músculos del cuello y dorsales y todos los aspectos de la motricidad.
Los porta-bebe son confortables para los padres, porque distribuyen el peso sobre los hombros y sobre la cadera, no tienen correas que lastiman. Todo esto permitiendo periodos prolongados de transporte sin cansarse

Los porta bebés permiten a los niños tener una visión a la altura de la mirada de los padres y de sus actividades. Esto da confianza a los niños y les permite un despertar armonioso ligado a la realidad. Es por eso que los bebés transportados son más sociables y tranquilos.

Los niños transportados lloran menos que los otros porque el contacto permanente con el adulto hace que este ultimo este siempre atento a sus necesidades y pueda satisfacerlas sin demoras. Los padres desarrollan una comunicación más directa y comprenden mejor y mas rápidamente sus señales.

El transporte reduce los llantos y la agitación de 43% durante el día y de 51% durante la noche según un estudio publicado en Pediatrics en 1986. El transporte refuerza el sentimiento de autoestima de los padres que saben que poseen de un medio para satisfacer las necesidades de su bebe.

¿Por qué llevar al bebé?

El transporte ayuda a su bebé y a Ud a comunicarse mejor. Los padres que transportan a su hijo pueden interpretar mas eficazmente sus señales y las de su bebe y los padres se habitúan mas rápidamente a las expresiones faciales al igual que las inflexiones de la voz del adulto que los transporta.

Los porta-bebé, cuestan menos que las carros de bebé, que los porta-bebés comerciales y pueden ser utilizados casi todos los días durante 2-3 años.

Transportar a su hijo es divertido. Los porta-bebes llaman la atención, inician conversaciones y favorecen la comunicación. Además, no hay nada mejor que acunar a su bebé bien acurrucado.

El transporte es una herramienta útil para crear los lazos afectivos que se denominan apego paternal. Pero ¿que es el apego paternal y por que es tan importante?

El apego paternal es el lazo durable entre un bebé y el adulto que se ocupa de el. La teoría del apego fue elaborada por John Bolwby y Mary Ainsworth a finales del año 60 y desde ese momento fue objeto de varias investigaciones. Diversos estudios llevados a cabo sobre el tema dieron resultados que demuestran ventajas clínicas hasta ahora no discutida.

El apego familiar es considerado como la base de la personalidad. El nivel de apego paternal de un bebé esta considerado una garantía de su buen funcionamiento social
Hay dos tipos de apego paternal: el apego tranquilizador y el intranquilizador, que se dividen en dos subgrupos (ambivalentes, resistentes, desorganizados y evitables).

Cuanto mas cuidados se dan a un bebe de manera constante, de acuerdo a las señales y a las necesidades afectivas y físicas, mas será el apego que el bebe desarrollará sobre la confianza y la seguridad, por lo tanto el apego será seguro. Está científicamente demostrado que aquellos que recibieron un apego cuando eran bebés, serán más a controlar sus emociones y dominan mejor las situaciones de stress.

Si, por el contrario, los cuidados fueron brindados de manera inconstante, sin atención particular a las señales y a las necesidades, el apego que se desarrollara sobre la inseguridad. Los apegos inseguros pueden conducir a problemas de comportamiento importantes algunas veces psicopatológicas.

Estos no son hechos que pueden tomarse a la ligera...

La mayoría de los padres estarán de acuerdo en decir que durante los tres primeros años de vida los bebés lloran mucho y el mejor consuelo es simplemente tenerlos en los brazos. De esa manera se sienten seguros. Por eso la importancia del transporte. El simple hecho de transportar a su bebé lo tranquiliza, la proximidad permite responder inmediatamente a sus necesidades, la ayuda a conocerlo y a establecer una buena comunicación. Compartir con el los latidos de su corazón, el sonido de su voz, el ritmo de su respiración en sus actividades cotidianas es una buena manera de demostrarle desde el principio que usted está ahí para el. Su bebe no será mas caprichoso, todo lo contrario, llorara menos, será mas tranquilo, dormirá mejor, y desarrollara mas rápido una buena consciencia frente a si mismo. Una garantía de confianza para ayudarlo a afrontar todas las etapas de su desarrollo



COLOCACIÓN CORRECTA. Para la Seguridad y Comodidad de su Recién Nacido
Por M’Liss Stelzer
Septiembre 2006



Frecuentemente los padres asumen que si el bebé tiene dificultad para respirar se mostrará molesto o llorará. La mayoría de los bebés protestan si se encuentran haciendo un gran esfuerzo por respirar. Sin embargo, los recién nacidos, bebés prematuros, bebés pequeños o con retrasos en el desarrollo, podrían no comunicar esta molestia.

Cuando se coloca a un recién nacido en posición de cuna dentro de un porta-bebés, es importante asegurarse de que el bebé esté correctamente colocado.

· El bebé no debe estar enrollado de tal manera que su quijada toque su pecho, ya que esta posición cierra parcialmente la entrada de aire al bebé. (Para un correcto posicionamiento debe existir siempre por lo menos el espacio de un dedo debajo de la quijada del bebé).

· La tela del porta-bebés no debe cubrir la cara del infante. Para los porta-bebés hechos de tela liviana y de buena aireación, favor revise el flujo de aire de la tela colocándola sobre su propia nariz y boca. No importa cuan respirable luzca la tela, pero si es difícil para usted respirar a través de ella, también lo será para el bebé.

· El bebé no debe estar colocado de tal manera que su cara esté presionada firmemente contra el cuerpo del portador. Coloque la cara del bebé hacia arriba cuando no esté activamente amamantando. Cuando esté amamantando, asegúrese de que la nariz del bebé no esté bloqueada.

Un bebé debe ser recolocado si este experimenta cualquier signo de dificultad para respirar. Los síntomas incluyen: respiración rápida y forzada, gruñidos o suspiros en cada respiración y/o muestras de incomodidad.

NOTA: Las recomendaciones de posicionamiento en este artículo son para bebés de 0 a 4 meses de edad, o hasta que el bebé alcance un buen control de su cabeza. Una vez que el bebé tiene control de su cabeza, generalmente los músculos de su cuello están suficientemente fortalecidos para soportar el flujo de aire del bebé, incluso si el bebé está ligeramente enrollado o hundido en un porta-bebés (o asiento de carro, columpio, hamaquita-balancín, etc). Sin embargo, por favor use el sentido común y monitoree a su bebé frecuentemente sin importar su edad y peso. ¡Feliz y segura aventura de llevar a su bebé!

CARGADO TIPO CUNA

BANDOLERAS DE BOLSA Y BANDOLERAS DE ANILLA DE COLA CERRADA

La cantidad de modificaciones necesarias para colocar correctamente a un bebé dentro del bolsillo dependerá de la profundidad de la bandolera usada, al igual que de la edad del bebé. Generalmente una vez que el bebé llega a pesar de 8 a 12 libras no es necesario hacer modificaciones.

Se puede modificar la profundidad del bolsillo de la bandolera halando más tela hacia el pecho del portador y/o moviendo ligeramente la costura de la bandolera de bolsa hacia la espalda del bebé.



Hay igual cantidad de tela hacia ambos lados del bebé y su asiento está centrado en la costura de la bandolera.
Se ha halado la tela de la parte de la espalda del bebé hacia el pecho de la madre y la costura de la bandolera está centrada en la parte baja de la espalda del bebé.
Si es necesario se puede usar una cobija delgada y doblada para levantar al bebé dentro del bolsillo de la bandolera. La cobija se coloca detrás de la espalda del bebé y no detrás de su cabeza. Para mantener al bebé centrado sobre la tela doblada, generalmente es más fácil poner otra cobija abierta en la bandolera, colocar la segunda cobija doblada en la parte de arriba y posteriormente centrar al bebé en la cobija doblada.
Levante al bebé con todo y cobijas, y colóquelos dentro de la bandolera.

En el caso de un bolsillo muy profundo, y/o cuando se coloca a un recién nacido de talla pequeña dentro de una bandolera, puede ser necesario utilizar una toalla doblada o almohada de apoyo. La almohada o toalla debe estar colocada detrás de la cabeza y la espalda del bebé.

Para hacer una almohada usando una toalla, primero doble la toalla, luego enrolle cada lado firmemente hacia el centro. La toalla debe medir aproximadamente 12 pulgadas de largo y 6 de ancho (30cmX15cm). (Puede encontrar instrucciones de cómo enrollar una toalla de baño en http://www.newnativebaby.com/.) La profundidad del bolsillo y/o la talla del bebé determinarán si se utiliza una toalla de baño o de manos.
Almohada de apoyo, toalla de baño doblada, y toalla de manos doblada.
Bandolera de bolso (pouch) de talla muy grande para la madre. El bebé está muy abajo. No está colocada una almohada de soporte debajo del bebé.
La madre está usando una talla menor de bandolera y se ha colocado una almohada de soporte debajo del bebé.

BANDOLERAS DE ANILLAS

Uno de los errores más comunes cometidos con las bandoleras de anillas es el de tratar de poner al bebé en paralelo a los bordes de la tela. Esto trae como resultado que el bebé sea flexionado por la mitad.
Para colocar correctamente a un bebé dentro de una bandolera de anillas de cola abierta, comience poniendo al bebé hacia abajo, en una posición de vientre a vientre, con su tronco perpendicular a los bordes de la tela, y deslice al bebé hacia la parte baja de la bandolera, colocando la parte superior de su cuerpo en diagonal. El cuerpo del bebé debe reposar diagonal al ancho de la bandolera, con la cabeza cercana al borde exterior de la tela, y las piernas próximas al borde interior de la tela. Esto permite al cuerpo del bebé poder estirarse más, evita que la parte de afuera de la tela cubra la cara del bebé, y hace más fácil ajustar la bandolera apropiadamente sin alterar completamente la posición del bebé, concentrándose en el medio, hasta que el bolsillo sea de la profundidad adecuada para levantar y sujetar al bebé. (Probablemente tomará algo de práctica el determinar la altura y profundidad adecuadas).

A pesar de que no será una posición que deje las manos totalmente libres para el portador, se puede tratar con una posición en la que la cabeza del bebé esté colocada en el lado contrario a las anillas de la bandolera.
NOTA: Debido a que los bebés prematuros tienen muy poco tono muscular y extremadamente poco control de su cabeza, es importante usar una superficie de apoyo conjuntamente con la bandolera. Se debe usar una toalla doblada y enrollada o una almohada de apoyo New Native hasta que el bebé alcance mayor tono (una vez que cuerpo del bebé no sea tan blando).

VIENTRE-A-VIENTRE

BANDOLERAS DE ANILLAS

Para mantener al bebé vertical y sujeto contra el pecho del portador, ajuste tanto la parte interior y exterior de la tela como la del medio. La parte superior es usada para sujetar el cuello y la cabeza del bebé.

MEI TAIS
Se debe colocar al bebé en el pecho del portador, el cuerpo del Mei Tai debe cubrir toda su espalda hacia arriba, y las tiras de los hombros deben cruzarse por los hombros del portador. Mientras sujeta al bebé con una mano, cruce una tira por detrás de su espalda y con un movimiento firme pero delicado, hale de la tira hasta que quede bastante ajustada. Repita esto con la tira opuesta. (Esto también puede ser hecho con una mano, halando las dos tiras al mismo tiempo.) Las tiras deben envolverse alrededor del bebé y anudarse en forma segura en la espalda del bebé. Si las tiras son suficientemente largas, estas pueden ser cruzadas en la espalda del bebé y anudadas en la espalda del portador.

El Mei tai no fue ajustado lo suficiente, el bebé empezó a hundirse y su cuerpo se deslizó hacia el fondo del porta bebés.
El babeé está sujeto adecuadamente con el cuerpo del porta- bebés y las tiras están firmemente atadas en la espalda del bebé.

FULARES


Es muy fácil atar un fular en forma incorrecta, de forma que la espalda del bebé no esté bien apoyada.
Una buena prueba es hacer la envoltura y luego presionar la espalda del bebé con una mano. Si el bebé se mueve hacia adentro (su vientre se mueve hacia el del portador y luego se desenrolla un poco) entonces el fular no está sujetando suficientemente la espalda del bebé.

El fular debe ser reajustado para que el bebé pase a una posición vertical/más recta en lugar de curva.
------ M’Liss Stelzer. Editado por Holly McCroskey Septiembre 2006


EN BRAZOS: la importancia del contacto físico y del apego


Biberones, chupetes, cochecitos, cómodos sillones regulables, adaptadores para el auto y la bicicleta, cunas transportables, desarmables, sofisticados accesorios con sonidos, colores, formas…sin duda alguna la industria ha diseñado todo tipo de implementos para transportar, alimentar, dormir, entretener y estimular a nuestros bebés.
En unas pocas décadas se nos han vuelto necesarios, imprescindibles. Se han ligado indisolublemente a la imagen del bebé sano y feliz. De algún extraño modo hemos conseguido que hoy, un bebé que no usa chupete, que toma el pecho o va en brazos de su madre sea la excepción y no la norma. Es tan inusual, que quienes optan por una crianza con apego y con respeto por las necesidades de los bebés, se ven amenazados por toda clase de teorías y condenas que aseguran que su hijo no está sano y que, de no intervenir a tiempo, las consecuencias serán muy graves.
Brazos, ¿hasta cuándo?
La mayoría de los bebés comienzan a andar alrededor de los 12 meses de vida. Dan unos pocos pasitos y la familia contenta celebra que “ya camina”.
Sin embargo, pasarán aún un largo par de años hasta que este niño que hoy a tientas logra mantenerse unos segundos en pie, pueda caminar sin perder el equilibrio, correr, sostenerse en un solo pie, retroceder, detenerse de pronto. De modo que caminar, lo que se dice caminar, es algo que se aprende completamente pasados los 3 años de vida. A pesar de esto, todos sabemos que aún luego de esa edad, los niños se cansan con gran facilidad y piden brazos.
O sea que desde el aspecto físico, los niños necesitan ser cargados en brazos por lo menos para trasladarse de un lado hacia otro hasta que estén en condiciones plenas de hacerlos por sí mismos.
En la práctica, nuestros hijos piden brazos por muchos otros motivos además del que acabamos de mencionar: al estar cansados, con sueño, cuando se lastiman, se asustan, se intimidan, se cansan de mirar el mundo a la altura de rodillas y patas de las mesas, e incluso por motivos que sólo ellos conocen.
En estos casos, nunca falta una tía (con las mejores intenciones, claro), una suegra, una vecina o incluso una perfecta desconocida, que se siente en el deber de alertarnos: “lo vas a malcriar”.
Esta sentencia abre varias cuestiones que podemos analizar.
La primera de ellas es la creencia de que estar en brazos es algo que no debe ocurrir, y desde luego NUNCA en una “buena” crianza. Es algo malo, que se hace para darles el gusto a los hijos, y parece imposible que para los papás resulte placentero o lo disfruten.
Otra cuestión interesante es la idea de que si le das algo a tu hijo que le gusta, luego nunca dejará de pedirlo. Parecería que los bebés fueran adictos en potencia, que una vez que satisfacen sus necesidades con algo, no podrán dejar de pedir más. Personalmente, no he visto niños con problemas para dejar el cochecito o la sillita del auto cuando están maduros para ello. Y tampoco niños de 10 años pidiendo ser alzados en brazos. En algún momento de la evolución, simplemente dejan de pedir lo que ya no necesitan.
Las edades que tomamos como referencia para el desarrollo de nuestros hijos, están puestas de un modo arbitrario y no coinciden con la realidad por mucho que intentemos forzarlos.
Otro mensaje que se desliza en estas sentencias es que el niño no necesita estar en brazos, lo pide sólo para molestar, o por capricho, o porque nos “tomó el tiempo”.
Evolutivamente, un niño de tan corta edad, no tiene capacidad de elucubrar un plan tan especulativo, ni puede aprender el concepto de tomar ventaja, de aprovecharse de los demás.
Las cosas para ellos son más simples: me siento cansado, triste, inseguro, y busco refugio en el lugar que me da más tranquilidad, junto al corazoncito de mamá, entre sus brazos, acurrucado. La intención es clara y sencilla: pido aquello que necesito”.

“Un aspecto fuerte dentro de quienes desaprueban el contacto estrecho con los bebés o la satisfacción de sus necesidades, es el fantasma de la dependencia que le generará al bebé estar en brazos, tomar teta, compartir la cama con sus papás, etc. Veamos un poco de dónde surge esta idea.

El apego

Esta dependencia de la que venimos hablando, tiene un nombre en la literatura psicoanalítica, se llama apego.
El apego es la capacidad de formar y mantener relaciones. Como el ser humano vive en comunidades y es interdependiente de los otros seres humanos, es importante que aprenda desde pequeño a establecer lazos con los otros, y para preservar la especie, éstos deben ser estrechos y estables.
Estos lazos otorgan bienestar, seguridad, consuelo, placer…
Y la amenaza de pérdida del objeto al cual nos hallamos apegados, provoca ansiedad, angustia, temor.

La primera relación de apego que desarrollamos luego de nacer, es aquella que se da con nuestra madre. En el momento del parto, mamá y bebé segregan hormonas –opiáceos- que les facilitan –en condiciones de intimidad y contacto físico- este sentimiento de dependencia mutua, de fusión que ambos necesitan.
En condiciones naturales, una mamá que acaba de parir, abrazará a su bebé, ambos se mirarán a los ojos, emitirán sonidos, ella comenzará a acariciarlo suavemente, primero por las extremidades, y luego de a poco se estrecharán e intentarán mantener este contacto piel con piel durante todo el tiempo que les sea posible. La madre no puede dejar de mirar a su bebé con los ojos bien abiertos, le hablará con un tono de voz agudo pero de baja intensidad, con una gran sonrisa, y en pocos instantes este bebé estará listo para reconocer el olor de su madre de entre muchos otros olores, para diferenciar su voz, y se calmará mucho más rápidamente si es acunado por ella y no por otra persona.
Durante estas dos primeras horas de vida, el bebé estará en un estado de alerta máximo que no volverá a repetirse hasta que hayan pasado algunos meses. Será incluso capaz de imitar expresiones del rostro de una persona que establezca un contacto visual directo con él a una distancia desde donde pueda verlo. Todo está preparado hormonalmente para que esta mamá y este bebé se enamoren el uno del otro, y desarrollen una fuerte dependencia mutua.

Sin embargo, en la gran mayoría de los casos, estas primeras horas son utilizadas para realizar los primeros controles del recién nacido, a cargo de extraños, rodeados de estímulos luminosos, sonoros, y también dolorosos e invasivos. Todos ellos evitables o por lo menos, postergables.

Naturalmente, tanto si se produjo esta separación como si no, mamá y bebé querrán estar juntos, reencontrarse, reconocerse, estrecharse y mantenerse muy cerca el uno del otro.
Ese bebé que hasta hace unas horas era parte del cuerpo de otra persona, cuyo cuerpo estaba en contacto con un líquido tibio, con sonidos y movimientos, se encuentra perdido en una cuna, lejos de todo lo conocido y por ello llorará intentando recuperar aquellas sensaciones reconfortantes.

Esta relación primera, será el modelo sobre el cual se edificarán todas las posteriores relaciones del niño. Si cada vez que necesitó consuelo lo obtuvo, si cada vez que necesitó a su madre la encontró, si sus necesidades de afecto y cobijo fueron atendidas, será un modelo que quedará incorporado como reasegurador, confiable, y cuando llegue el momento de comenzar a independizarse, siempre le resultará mucho más fácil si sabe que ante cualquier ansiedad o angustia, mamá estuvo allí”.
“La cultura del desapego

El apego y el desapego son pautas culturales. En aquellas culturas que funcionan comunitariamente, se necesita criar a los niños de modo que sean solidarios, capaces de compartir, generosos, para que puedan priorizar el bien común del grupo.
En culturas como la nuestra, se necesita que los niños sean independientes, y que aprendan a autoabastecerse, porque al llegar a adultos, importará la competitividad, el individualismo, el éxito personal y el poder.

Por eso se necesita comenzar desde temprano. Separar a los bebés de sus madres precozmente, que aprendan rápidamente a sostener su biberón para que quienes lo cuidan no tengan que estar tan atentos; que se adapten a las canguro o a las guarderías sin llorar; que duerman solos toda la noche; que jueguen sin compañía; que dejen rápido los pañales; que se queden a dormir en casas de parientes o amigos, etc.

Desde luego que estos requerimientos están pensados desde un mundo adulto que necesita rápidamente volver a la “normalidad”, hacer de cuenta que “aquí no ha pasado nada”, y amoldar a este bebé al ritmo de vida que tenía la casa antes de su llegada.
Si pudiéramos relatar en primera persona un día en la vida de un bebé, teniendo en cuenta que sus necesidades básicas incluyen brazos gran parte del día, teta a demanda y presencia materna constante, comprobaríamos sorprendentemente que la mayor parte del tiempo, estas personitas de escasas semanas de vida-o incluso días-, postergan o renuncian a sus necesidades para hacernos el favor de permitirnos continuar con nuestra vida adulta: duermen solos en su cunita una o dos horas, se quedan en la guardería, aceptan un trozo de silicona –sin duda una mala imitación del pezón de mamá- para succionar, y nos esperan durante horas mientras hacemos nuestros quehaceres, o cumplimos con nuestra jornada laboral.
Algunas mujeres sienten una gran preocupación por retomar su vida social, su silueta, sus actividades recreativas, su vida amorosa, y para esto es necesario que el bebé se esté quietecito, que duerma mucho, que no llore, que juegue solito y que se relacione con cualquier persona que esté dispuesta a quedarse a su lado.

Esto es lo que se espera de un bebé casi desde las primeras semanas de vida.

Si entendemos esto como “criar”, por supuesto que cargar al bebé en brazos, amamantarlo, dormir en la misma cama con él y satisfacer sus necesidades, será “malcriarlo”. Porque una vez que se ha dormido plácidamente en los brazos de mamá, y se ha abierto un ojo entre sueños y ella sigue estando allí, y al abrir la boca se encontró con su pecho dispuesto a cobijarlo y así se ha pasado todo el día, es lógico, comprensible y hasta esperable, que ningún bebé quiera conformarse con menos!!!

Los adultos también necesitamos abrazos. Nos demostramos el afecto con caricias, con besos, con miradas, con palabras cariñosas. Nunca dejamos de necesitar este tipo de comunicación”.
“Cómo crear vínculo

Poner al bebé al pecho, acunarlo, amamantarlo, acariciarlo, hablarle suavemente, sonreírle, cuidarlo, protegerlo, son actitudes que promueven la experiencia del vínculo.
Los investigadores de estas temáticas, consideran que el factor más importante en la constitución del apego es el contacto físico positivo -expresado por las actitudes mencionadas anteriormente- ya que éste causa respuestas neuroquímicas en el cerebro que permiten que los sistemas cerebrales responsables del apego se desarrollen normalmente.

Durante los tres primeros años de vida el cerebro alcanza el 90% del tamaño adulto y coloca en su lugar la mayor parte de los sistemas y estructuras que serán responsables del funcionamiento emocional, conductual, social y fisiológico para el resto de la vida. Por eso las experiencias de vinculación repetitivas durante la infancia proveen una base sólida para futuras relaciones saludables.

Por el contrario, la inconsistencia del vínculo emocional o la falta de satisfacción de estas necesidades básicas de sostén, afecto y reconocimiento, generan conductas de ansiedad y desconfianza de los bebés hacia sus cuidadores. Los bebés pueden reaccionar a esta situación de múltiples maneras, que influirán ciertamente en la consolidación de un modelo de vinculación que luego harán extensivo al resto de sus relaciones.

Que los niños se queden quietecitos en la cuna, que duerman toda la noche, que se valgan por sí mismos, son conductas que fomentamos para comodidad de los adultos, pero no son evolutivamente normales para niños pequeños. Si nuestros hijos pasan largas horas en compañía de extraños, ensayan intentos de enfrentar el mundo lejos de los brazos de mamá, hacen lo posible por dormirse en su cunita, están haciendo el máximo esfuerzo para acomodarse a un mundo adulto que dispone de pocos instantes para conectar con ellos. Son ellos quienes, a pesar de su pequeñez y su inmadurez, están sosteniendo nuestras necesidades, y aceptan sin rencores que en nombre de las buenas costumbres, les tildemos de caprichosos y malcriados.

“CUANDO NOSOTROS ESTEMOS MENOS OCUPADOS, ELLOS ESTARÁN DEMASIADO GRANDES…”

(Lic. María Paula Cavanna.)

Psicóloga

Videos e como usar diferentes portabebés, fulares, bandoleras...

Quiero agradecer a Nohemí Hervara por grabar y poner a disposición estos videos, gracias a ella podremos sacarle más partido a nuestro portabebé y también aprendemos a usarlo correctamente, para que nuestro bebé disfrute de brazos en una postura correcta.

Video descripción de porqué usar portabebés e importancia de llevar al bebé y como haerlo correctamente.
http://es.youtube.com/watch?v=r9BpyBBbnZ4

Video de fular con recien nacidos o prematuros
http://es.youtube.com/watch?v=fadVlXk-4EI

Bebé o niño delante con fular
http://es.youtube.com/watch?v=HiHTJMhXoro

Bebé o niño atrás con fular
http://es.youtube.com/watch?v=npwGPg-_b60

Bebé o niño a la cadera con fular
http://es.youtube.com/watch?v=sjIrm5hJPTM

Niño atrás con nudo alto con fular
http://es.youtube.com/watch?v=sjIrm5hJPTM

Posición cuna para amamantar en fular
http://es.youtube.com/watch?v=r5yWwKWSDXw

Doble amaca con fular
http://es.youtube.com/watch?v=5A3fauQ0tQo

Como hacer una banolera con anillas sin coser
http://es.youtube.com/watch?v=8arx_rWfCUU

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